jueves, 21 de abril de 2011

Vestidos para bailar









Tras 10 años de vivir en este país por fin fui a una fiesta en donde hubo baile. Quiero decir a una fiesta de estadounidenses ( me niego a llamarlos americanos) Claro que había ido a fiestas de mexicoamericanos, de mexicanos, de poetas, de escritores en donde de vez en cuando improvisábamos una pista de baile y a pulir el suelo se ha dicho. Pero en esta ocasión que les narro fue diferente. Era el cumple de un gringo ( 30 años) dueño de unos estudios de grabación en Las Colinas. No fui con mis mejores galas, aclaro, hace rato que me desprendí de esas vainas; pero fui animada por la idea de encontrar ahí viejas amistades. Tampoco sucedió, pero lo que si vi fue un quinteto de parejas vestidos para bailar. Literalmente.



Ellas: lentejuelas, brillos, medias, zapatos de tacón medio con trabas vestidos de vuelo o pegaditos. Ellos: lustrosos zapatos de charol, tirantes, camisas llamativas y pantalones negros.



Lo admito, yo estaba esperando una salsa, una cumbia, de perdis una country ( digo ya que estamos en Texas) pero nada, eran canciones así como "Fly me to the moon " o las clasicas setenteras de los Bee Gees.



Yo: Tendida en un blanco divan, con una pequeña mesa al lado y una minusucla vela, los veía hacer acrobacias, darle la vuelta a la pista, ensayar volteretas, contar los pasos, y of course, salvo esas cinco parejas casi nadie más se animó a bailar. Mi pareja y yo lo hicimos, pero no era fácil con la competencia que teníamos a un lado.



Por fin en momento de la noche pusieron una salsa y me dije. Esto ya se animó, pero nada ellos seguían con los mismos pasos. Es decir te bailaban igual un fox trot que un mambo. La lección aprendida, o más bien reafirmada es: Los gringos no bailan y si lo hacen debe ser apropiadamente, deben vestirse para bailar.









Abur!












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