sábado, 2 de abril de 2011

Deep Ellum Festival


Si no te bañaste, está bien, no hay mayor problema; eso sí, procura usar tu falda larga de olanes, sandalias o ballerinas, o si no, unos jeans deslavados, pulseras de cuero, dos o tres estarán bien. Amarrate el pelo en forma sencilla, nada de peinados elaborados, poco maquillaje pero si de casualidad andas vestida de manera semiformal con jeans planchados y perfectos y alguna blusa a tono, pues enrédate la primera mascada que se te atraviese en el closet. una de colores vivos, aunque no combine con el atuendo y entonces sí estarás listo para el Deep Ellum Arts Festival que como cada abril, inaugura la primavera aquí en Dallas.

Ver arte es sólo un pretexto, porque aunque si hay bastantes pintores participando, lo que más abunda es la joyería, los vestidos de batik medio hippiosos o hippiosos y medio, como lo quieras ver, la joyería rara de "diseños exclusivos" y la gente más rara aún.

Es un festival que llama a la libertad y por eso reúne a gente muy ecléctica.

Pero es un gusto caminar por el este de la calle Main, detenerse a ver la pinturas, recibir el sol de abril en una tarde de sábado y ver que a tu derecha una pareja gay, tomada de la mano, seleccionan una foto y discute si la pondrán en la sala o en el estudio de su apartamento. Mientras a tu izquierda, un hombre con barba larga casi naranja y sandalias de cuero, se sienta en la banqueta a comerse un elote asado. Los "saludables" smothies se venden casi cada esquina y las cervezas en todas las esquinas.

Deep Ellum Festival es un regalo para la cofradía de las almas importamadristas y hasta la policía hace eco del hombre atado con una camisa de fuerza que lucha por salir de ella mientras se equilibra sobre unos zancos apenas unidos por una varilla. Diez pasos más allá está el circo de los fenómenos y tres cuadras adelante un artista en pleno proceso creativo pinta a la banda que anima esa esquina.

Hay de todo como en botica, bueno casi de todo, porque no hay abuirrimiento, ni seriedad, ni formalismo, ni falsas apariencias es Deep Ellum pues, un barrio que se ha ganado a pulso su derecho a existir, que tiene su propio latido, uno que la mayoría de las veces no concuerda con el de la ciudad en la que coexiste.


Abur!



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