sábado, 5 de diciembre de 2009

Hágamos millonarios!


Uno, dos tres, creo que he perdido la cuenta. La verdad no sé desde cuando ni cuántas veces me han ofrecido la maravillosa oportunidad de hacerme millonaria a través de las empresas de multinivel.

¿Cuál fue la primera? Amway, tal vez. Eran los primeros años de los ochenta y realizaron una ruidosa ceremonia para darnos a conocer a los ingenuos regiomontanos de entonces, que la oportunidad de hacernos ricos había tocado a nuestra puerta y llegaba el primer mundo a Monterrey. En aquél entonces no entendí mucho de lo que explicaron, sólo sé que me sonó a fraude. Desde entonces siguieron otras, algunas oreciendo productos, otras no, pero casi todas te pedían una inversión de X dólares para iniciar tu bonanza económica y desde luego garantizar la de ellos. Ejemplos, Mary Kay, Omnilife, Omnitrition, Herbalife y otras no menos famosas.

No sé si es por el tiempo o porque estoy aqui en Estados Unidos, el país de las libertades , que el fraude del multinivel ha cobrado nuevas dimensiones. Ahora no te ofrecen ni siquiera un portafolio de productos, sólo te dicen que te darán la oportunidad de ahorarr dinero en productos que ya compras. Un ejemplo... Menaleuca, otro, el más reciente y más fraudulento es Fortuna.

Lo aberrante, lo verdaderamente indignante es que en este fraude de dimensiones mayores se involucren pseudolíderes de organizaciones que supuestamente deben ver por el bienestar de los indocumentados o de los hispanos en este país como por ejemplo Lulac.

La forma en que funcionan es clara como el agua y sólo los desesperados por salir de la pobreza en que los tiene sumidos esta crisis se dejan embaucar por algo que a todas luces es un robo en despoblado.

Los de Fortuna vienen y te piden que "te suscribas con ellos por la mínima e irrisoria cantidad de 415 dólares, los cuáles vas a recuperar tan pronto como lleves tres personas más a la empresa y esas tres deben llevar otras tres y así la cadena hasta que sean muchas y tu puedas recibir cheques de 7 mil dolares mensuales y volverte "manger" internacional y puedes ganar hasta un Lexus. El cielo es el límite para esta empresa". Qué que recibes a cambio. !Hombre! fácil, dos páginas de internet en las que vas a encontrar a tus proveedores de siempre como ATT o WalMart o Sprint u otras tiendas donde te ofrecen los productos a precios irrisorios, pero además debes pagar 75 dólares cada mes. ¿Cómo lo quieren? así o más fraudulento.

Lo peor del asunto es que aquí estos seudolíderes de Lulac uno de ellos llamado Lee Saldivar te invita a una junta para la Reforma Migratoria, te dice que ellos son la única organización que tiene apalabrada una reforma migratoria y así todos los que no tienen documentos se dejan ir a la junta, escuchan el discurso de quienes se han hecho millonarios con esta empresa y los invitan a inscribirse.

Sencillo y sin dolor, lo de la reforma viene después, al final de la reunión. Y cuándo le preguntas a Saldívar sobre si Lulac nacional sabe de esto, te dice que lo de Fortuna lo está haciendo de manera personal y sólo quiere ayudar a los indocumentados.

Ojo. Fortuna es un fraude. Todas las empresas de multinivel lo son. Lo indignante es que ahora se quieran colgar de la necesidad que tienen muchos inmigrantes por arreglar sus papeles.

Si ganar esas cantidades fuera así de fácil, pues todos lo haríamos sin pensar.

Debemos estar alertas no dejarnos engañar. Fortuna no va a traer Fortuna a tu vida, Miseria sí y por muchos años sobre todo porque vas a pagar el karma de haber engañado a unos incautos.


Abur!

sábado, 14 de noviembre de 2009

Parchando la nostalgia


Ella no mueve masas pero con sus canciones mueve conciencias. Nunca en todos los años que lleva como cantante Eugenia León se ha desviado un milímetro de su objetivo. Ella canta para ella, para su divertimento, canta porque le gusta, sabe hacerlo y lo disfruta. Si en el camino de su hacer se encuentra con almas coincidentes pues qué privilegio ¿no? pero ese privilegiado lugar en el que está gracias a su arte no la exime de ser mortal, terrena y lo sabe; por ello no duda en sonreír a quienes la admiran y en dedicarle tiempo a sus seguidores.

Contrario a la creencia popular, la noche del viernes 13 no fue de mala suerte para las casi 200 almas que se reunieron en el teatro Rose Marine de Fort Worth, sino todo lo contario, fue una noche para remendar la nostalgia, para parchar un poco el agujero por el que se escapan nuestras querencias, fue una noche para que el abrazo musical sanara un poco el dolor del exilio.

Eugenia cantó como siempre, pero la segunda parte de su concierto dejó el estres y el nerviosismo a un lado y nos entregó una serie de canciones amorosas, divertidas y hasta sensuales.

Con ella no pasa lo que con otras cantantes que a fuerza de conciertos se vuelven predecibles, si asistes a una de sus presentaciones, la siguiente es diferente, porque o cambia las canciones o te presenta el nuevo material o te cambia las palabras de la canción para dejar una chispa de ella. Por eso cada presentación es irrepetible y fuera de guión y es precisamente esa espontaneidad la que vuelve lúdico el momento.

El concierto de este viernes fue sencillo y complicado. Sencillo para quienes conocen sus canciones y saben su estilo, complicado porque no es fácil alcanzar las notas de un tema como Los Mareados, y emocionalmente era difícil para los espectadores detenerse ante la avalancha de recuerdos que acarrea un Cucurucucu Paloma o un Fandango aquí. Pero Eugenia cumplió a cabalidad como sólo ella sabe hacerlo no defraudó, no se desvió no postergó la entrega ni escatimó su arte, el cual ha sido forjado a punta de coherencia y disciplina.

Gracias por la velada.

El punto negro del arroz es lo raro que es disfrutar en el exilio de cantantes como ella. A nosotros nos toca lo verdaderamente popular y no por ello lo más bueno.


Abur!

domingo, 8 de noviembre de 2009

Sin remedio


, puedo ver televisión en inglés, todavía necesito ayuda del close caption; cada vez menos, pero entiendo mejor y me estreso menos para entender lo que están diciendo cuando lo uso.

Sin embargo, me siento mejor viendo tele en mi idioma. lo que desde luego me lleva a consumir la basura de televisión que hay en Estados Unidos para los hispanos. El más grande corporativo se llama Univisión, que basa mucha de su programación con telenovelas y programas cómicos y musicales de Televisa, una empresa mexicana bastante deplorable.

También Univisión tiene sus propios programas Don Francisco, por ejemplo es uno de ellos Despierta América, Primer Impacto, los noticieros o Nuestra Belleza Latina. los otros espacios los llenan con producciones de Venevisión como Casos de familia. Soy una consumidora de medios porque creo en el poder de la información, pero aún cuando vea algunos de estos programas, sobre todo los noticieros, no soy blanco fácil de sus propagandas.

No hay, en el espectro hispano televisivo de este país, un compromiso serio por ayudar, proveer o intentar al menos darnos una televisión de calidad. Al contrario , entre más basura ponen, mejor se sienten los directivos. No y no me malentiendan, no quiero que la tele nos eduque las 24 horas del día, !Que aburrido!, no, sólo quiero que de entre la mucha basura que programan de vez en cuando surga un intento serio de elevar nuestro nivel cultural.
Las razones que esgrimen los directivos de las cadenas, tanto de Univisión como de Telemundo, es que los hispanos de este país son mal educados, les gusta basura y basura les dan.

En cierta ocasión tuve la oportunidad de preguntarle a John McNamara, ex presidente de Telemundo por qué nos torturaba con programas como Laura en América y su respuesta no dejó lugar a dudas: "Con el raiting de ella puedo pagar el sueldo de muchos ejecutivos de mi empresa y gracias a ella se hacen posible otros proyectos".

Puede ser que tenga razón y bajo la perspectiva económica, Laura venda lo que no venden los programas noticiosos, pero lo que es cierto es que a los directivos de las televisoras les falta interés poor hacernos crecer (a los hispanos) intelectualmente y a nosotros nos faltan agallas para exigir mejores programas. Mientras esto no cambie seguiremos consumiendo la basura que nos endilgan y lo peor de todo es que esta mediocridad televisiva pica y se extiende y para muestra, Estrella TV , la nueva televisora de Liberman con sede en Los Angeles, donde se producen basofias como "Secretos" o Estudio 2 o el más deplorable de todos José Lusi sin Censura a veces me pregunto cómo puede dormir ese tal José Luis después de hacer los bodrios que hace, seguramente puede porque o no tiene conciencia o no tiene cerebro, aunque en su caso creo que le faltan los dos.

jueves, 5 de noviembre de 2009

México, otra vez...


Soy una exiliada económica. Me vine de mi país México porque era "demasiado vieja" para encontrar trabajo. Tenía 39 años y el quote de "demasiado vieja" no es mío, sino de un editor de Milenio, en Monterrey, quien me dijo que pese a mis habilidades para el periodismo y mi excelente curriculum no me podían contratar. Así que con mi vejez encima me vine a Estados Unidos para ver en qué podía trabajar.
Mordí el polvo como muchos y no me arrepiento. Aquí la lucha ha sido fructífera y casi siempre subo escalones. En México parecía no importar cuánto me esforzaba, cuánto me aplicaba en la lucha, al final del mes nada era suficiente.
Amaba mi país, deseaba vivir en él toda la vida, incluso me entré de lleno en la lucha política sin descanso, sin tregua y sin mesura porque anehlaba darles a mis hijos un mejor futuro . Amo México, ahí viven mi mejores amigos, mis hijos, mi familia. No tenía una razón (aparentemente) para dejarlo, pero cuando el hambre entra por la puerta...

Viviendo en Estados Unidos tengo mi país a tiro de piedra. Como me dijo cierta vez una coreana: Ustedes no batallan, cruzan la barda y ya está. A nosotros nos cuesta mucho dinero. No es tan fácil como ella supone.

El regreso cuesta y cada vez que cruzas la frontera la cruda realidad de lo que vive nuestro país te azota la cara.

Regreso, cada vez que puedo regreso, eso es por lo menos una vez al mes. Sé de muchos que no pueden volver, las razones son variadas, dinero, tiempo o la más triste de todas: los papeles. No tienen forma de regresar y prefieren no arriesgarse porque ya saben lo que encontrarán en su país de origen y no quieren arriesgar lo que tienen.

Esta semana pasé algunos días en Monterrey, la ciudad de la que soy originaria y por una extraña decisión el nuevo alcalde de la ciudad dejó a ésta sin policías de tránsito. Los reunió a todos para evaluarlos y ver quién merece estar en el cargo y quién no. Sin auto para moverme allá viaje en taxis todo el tiempo, por lo menos me subí a 10 y todos los choferes, ignorando mi procedencia me hablaban de lo mismo. "Que rico es trabajar así sin tránsitos. Hasta el tráfico fluye mejor. Hoy no hubo embotellamientos. Ya estamos cansados de que nos extorsionen y nos quiten el dinero que ganamos".

Por raro que parezca no se registraron accidentes ni en las zonas escolares.

En 1997 la ONU hizo por primera vez un estudio con el que querían determinar cuáles eran los países más corruptos del mundo. Y México quedó en el vigésimo sitio. Recuerdo que cuando estábamos en el partido y nos enteramos de ese honroso sitio alguien dijo que lo cierto es que México había ganado el primer sitio como país más corrupto pero había pagado para aparecer más atrás.

Aunque parezca un chiste, lo cierto es que no lo es.

Quiero regresar, cierto. Quiero volver a estar con los míos, pero la verdad es que cada vez que cruzo la frontera que camino por mi país que me adentro en sus entrañas no he tenido ni una señal, ni un indicio, ni un atisbo ni asomo de que no hubiera hecho lo correcto cuando me exilié.


Abur!


Lamaga

miércoles, 28 de octubre de 2009

¿Bicicab or Bicitaxi?


Es un pueblo bicicletero, es una frase peyorativa que se usa mucho en México para referirse a pueblos pequeños en los que mayormente se ven bicicletas en sus calles. Como soy de Monterrey, la verdad nunca tuve muchas oportunidades de ver un pueblo bicicletero hasta que fui a vivir Yucatán; ahí si que había pueblos bicicleteros y poco después me enteré de que había bicitaxis. Sí, por una módica cantidad te subías a esos tricilos con una caja de metal adelante en la que los creativos yucatecos colocaban una tabla de madera a manera de asiento, pero ante la falta de transporte público, estas bicicletas eran perfectas para trasladarse en distancias cortas.

La creatividad mexicana llegaba mucho más allá. Por ejemplo, después de los asientos algunos les ponían techos de plástico, otros paredes del mismo material para evitar el sol o la lluvia y así poco a poco adornos como calcomanías con los nombres de sus amadas o de su equipo favorito. la costumbre es tan arraigado que muchos políticos en campaña regalan o las bicicletas o los techos de las mismas o bien, los cojines para los asientos y evitar así que el derrier les duela menos a los usuarios.

Viajar en bicitaxi me parecía algo verdaderamente de tercer mundo, pero esta práctica es común en casi todo el mundo. Claro, en muchos países se ven como atractivo turístico. Ahora en Arlington, una ciudad cercana a la que vivo quieren poner bicitaxis para recorrer la distancia entre el estacionamiento y el nuevo estadio de los Cowboys de Dallas.

Bicicab es como le llaman los regidores de esa ciudad y esperan la votación de todos para autorizar su funcionamiento.

El objetivo de los bicab o bicitaxis es el mismo, recorrer distancias cortas en transporte público, se usan lo mismo en Hollywood City que en el Zócalo mexicano.

La verdad es que a mi me da una pena terrible el ver que algunas personas tengan que ganarse la vida de esta manera.

Bicitaxis o bicicabs es algo que el primer y el tercer mundo comparten.

De una cosa estoy segura los bicicabs no tendrán nunca la originalidad de los bicitaxis yucatecos.


Abur!.

sábado, 24 de octubre de 2009

Los Angeles y yo


Soy afortunada. En los 8 años que llevo viviendo en Estados Unidos he podido vivir en diferentes ciudades: San Antonio, Fort Worth, Dallas, Miami, Denver, Los Angeles y de nuevo Dallas. Pero salvo por la belleza de los paisajes de Denver no siento nostalgia por ninguna cuando no estoy en ellas. Es diferente por Mérida, México , una ciudad donde dejé, además de mi alma una parte importante de mi vida. Y siempre estaré nostálgica de ella y de la libertad que me dio.

Vivir en una ciudad es diferente a vivir la ciudad. A mi me gusta lo segundo, caminarla, perderme en las avenidas, hablar con la gente, tomar el subway, conocer sus ritos. Hacer turismo aunque viva en ellas y enterarme por qué respira, huele y traspira de esa forma.

La que menos me gustó hasta ahora es Los Angeles, que desde luego no hace honor a su nombre. Mi departamento ubicado en la avenida Wilshire, una de las arterias que la divide estaba cerca del centro y muchas veces me decantaba por caminar hasta Los Angeles Times, el periódico donde trabajaba. O bien caminaba en un parque cercano cada mañana antes de ir a mi trabajo para hacer algo de ejercicio, pero la fotografía más frecuente con que se topaban mis ojos eran los homeless, los desposeídos, que parecían siempre más. El fétido olor que despiden los precede y entonces podías adivinarlos y cuando se paraban o pasaban frente a ti, ya no eran una sorpresa. Los hay de todos tipos, razas, colores, tamaños, formas y vienen de diferentes partes. Se calcula que hay 90 mil pordioseros en esa ciudad. Escogen Los Angeles por el clima (obvio) siempre cálido. Los albergues no se dan abasto y hoy por hoy son el paisaje urbano más reconocible, sobre todo del centro y sureste de esa ciudad.

Anoche, (viernes por la noche) renté una película,la escogí por el nombre "The soloist" y resulta que está basada en un homeless de Los Angeles que fue objeto de varias columnas de Steve Lopez, un periodista de Los Angeles Times.
"The soloist"es la historia de un hombre con esquizofrenia que estudio en Julliard y que tuvo que abandonar la escuela por sus precaria salud mental.

Sin ser una crítica hacia la sociedad por el abandono en que viven estas personas, la película te deja un sabor extraño en el alma. Es como si de pronto te dieras cuenta de lo afortunada que eres.

Lo asombroso es la forma en que hacen periodismo los gringos, nada que ver con los parámetros de los hispanos, (al menos en los periódicos en los que he trabajado) tienen absoluta libertad para buscar sus temas y para investigarlos no hay con que debes entrar a las 9 y salir hasta las 9. Hacer páginas como chorizos y escribir noticias como si fueran tortillas.

Ya había tenido una muestra de eso mismo con el libro La Jornada de Enrique que escribió Sonia Nazario, otra periodista de Los Angeles Times. Creo que esa libertad es la diferencia entre elperiodismo de nuestros países y el de éste. Buena película, con la belleza que sólo la tristeza puede dar.



Abur

Lamaga.



viernes, 23 de octubre de 2009

Y de repente... Jaime Bayly.


Después del malviaje que me dejó la viuda de José Agustín, me topé con un maravilloso libro que se lee en una sentada. De verdad, lo tomas y no lo dejas, te vas y te vas con la ternura de Mercedes, te ríes con las ocurrencias del mayor Concha Fina y hasta descubres que después de todo Bayly sí tiene corazón y bien grande.

Jaime Bayly me gustó desde la primera vez que lo vi en Miami en una conferencia en la que empezó diciendo que: "Aunque soy peruano no conozco a la señorita Laura, nunca ha ido a una pollada y no tengo enamorada". Con ese preámbulo lo amé para siempre. Pero así como yo lo amo hay muchas personas que no lo toleran. Su programa de televisión es muy polémico y muchas veces hasta quieres ahorcarlo por lo directo, lo irrespetuoso que es con sus entrevistados. Búscalo en youtube y comprobarás lo que te digo.

Pero de entre los libros que saqué de la biblio el otro día estaba este: "Y de repente un ángel" y me maravilló.

Agil, suave, directo, divertido, sencillo, sin rebuscamientos inecesarios y con tanta ternura que hasta quieres que Mercedes de verdad exista. Además tiene ingenio con los capítulos de la librería donde trabaja Andrea, la novia del personaje. Si alguna día te encuentras este libro cómpralo, rentalo, alquilalo o pídelo prestado, No te vas a arrepentir te vas a dar cuenta que el Bayly además de cabrón y bonito, es tierno.


Abur!

Lamaga

jueves, 22 de octubre de 2009

La peor


Una de las cosas que más me gusta de este país son la bibliotecas. Amo, simplemente amo el que puedan darte una tarjeta con la que tienes acceso a libros, discos, videos y cuando vivía en San Antonio, Texas,me di gusto leyendo decenas de libros, algunos interesantísimos y otros no tanto, pero los años me han vuelto selectiva y ahora me fijo muy bien al seleccionar lo que quiero leer y cuando de plano no acierto pues devuelvo el libro y tan tan.
Sin embargo hay algunos que son tan malos pero tan malos que los leo sólo para saber hasta dónde llega la audacia del autor. Así ocurrió con "Vida con mi viuda" , una novela de José Agustín el llamado autor de la literatura de onda. Cualquier mexicano con interés por la letras habrá leído algo de este hombre que fue novio de Angélica María y guionista de una de las películas que más me gusta de la mamá de la Vale "Cinco de chocolate y una de fresa" bastante absurda, pero divertida. '

Hace unas semanas me llegué hasta la biblioteca de la Hampton, cerca de casa y saque como siempre cinco libros, entre ellos "Vida con mi viuda", !Por Dios! pésimo no es algo que lo califique, simplemente no encuentro adjetivos.

Digamos que el Agustín se quedó atorado en su época de onda, Nada me sonó real, ni auténtico, ni siquiera sus chistoretes mal logradoas a fuerza de forzar (la redundancia es consciente) el lenguaje para paracer algo que no es: un jovencito.

La trama prometía, un cineasta que ve morir frente a él a un tipo que se le parece mucho y decide tomar prestada su personalidad sin saber en las que se está metiendo. Pero el cineasta estaba casado con una indigena hermosísima ( Todos quieren con ella, políticos importantes incluidos) Helena quien es hija de un estadounidense y a partir de ahí los absurdos.

Desde la filosofía oriental sobre el sexo hasta la pedastería.

Acabé la novela sin entusiasmo, sólo para saber como José Agustín resolvía los enredos en lo que se metía., incluídos los abusos sexuales de pésimo gusto en los que por supuesto la estética es importante .

¿Y adivinen que? los resolvió de la manera más simple: matando a los protagonistas. Una doble muerte para el cineasta Onelio de la Sierra.

Agustín dejó cabos sueltos, ponía por ejemplo un México futurisa con autopistas de tres pisos y escases de gasolina y al mismo tiempo hablaba de cosas actuales es decir no hab;ia respeto ni por los tiempos.


Por favor no gasten su dinero en este libro, menos su tiempo. Malo es una palabra que no ajusta es horrible, absurdo, pésimo, horroroso. No aporta ni como lectura de toilete.

Abur!

La única morocha


No es que me sintiera fuera de lugar. Desde luego que no era eso, pero nunca en los 8 años que llevo viviendo en este país había tenido un ataque de latinidad como el domigno 17 de octubre. Vivo en el sureste de Dallas, donde la población es mayormente hispana y donde me es muy fácil interactuar. Por razones que no viene al caso explicar, ese domingo tuve que ir al Norte de Dallas, a donde dicen los sociólogos, la fuerza hispana ha obligado a los blancos a trasladarse. Así que en ese sector mayormente blanco y donde según un amiga se encuentra el wal mart de los ricos, ( !Vaya noticia! y yo que creía que los Wal marts eran las tiendas más democráticas, ahora resulta que también tienen clases) me encontraba yo, con un vestido verde azulado y una cabellera negra y rizada que sin proponérmelo, destacaba entre el público de esa misa episcopal. Casi todos ( excepto por tres mujeres afroamericanas) eran rubios de ojos azules o verdes y yo sentada en medio de tanto gringo me sentía "mesmanete como la India María". Me aburría como perla dentro de la concha y para no reírme de toda la parafernalia de los episcopales pues me puse a contar borreguitos, pero me dio miedo dormirme; luego conté a todos los presentes, menos de 100 y miren que la iglesia era grande. Al fin me dio por observar al coro y tratar de adivinar quien desafinaba, pero se los juro captó mi atención el exagerado sombrero de una negra, era morado y grande muy grande.

Pero entonces me vi, tenía siete pulseras en un brazo y botas negras como mi pelo y un vestido verde azulado y un collar que contrastaba y todo el atuendo lo escogi casi sin pensar y entonces vi a las otras, a las gringas, con sus trajes sastres, sus cabellos como salidos del peluquero, colores beiges, tenues, aburridos pues.

Cuando la misa terminó y yo di Gracias a Dios por ello, fui al baño y me observé detenidamente en el espejo. No, no era mi color de piel lo que me hacía diferente, ni el color de mi vestuario, ni mis pulseras, era todo. Nunca me había sentido tan latina, es algo como que se lleva no sólo en la sangre, sino en la actitud.


Abur!